18 de noviembre de 2013

Bunko Papalote en la Bebeteca de la 33 Filij



Por: Norma Téllez y Lupita Q. (coordinadoras de talleres con bebés en Xalapa y Morelia)


Este año tuvimos el gusto de participar nuevamente en la Bebeteca de la Filij. Espacio dedicado a compartir la lectura con bebés y niñ@s pequeños. Además con la sorpresa de contar con dos carpas de Bebeteca para atender la creciente demanda de este espacio en la feria.
Es una alegría regresar año con año y ver caras conocidas de familias que no se pierden este espacio y conocer caras nuevas de familias recién estrenadas o algún nuevo hermanito.



Como cada año somos recibidas por un equipo amable, profesional y cálido que nos hace sentir como en casa, además de compañeros de otros proyectos con los que pasamos momentos lindos  compartiendo libros, saberes, experiencias. Un espacio de enriquecimiento mutuo.


Este año además, pudimos compartir con un proyecto hermano en Mérida, Kinakú, quien nos enseñó cómo se hace el ritual Maya del Hetzmek. Una maravilla conocer y compartir en esta gran ciudad más de las tradiciones de nuestro México.



Abrimos la feria compartiendo con maestras de diferentes escuelas nuestra propuesta para trabajar la lectura con bebés. Todas muy interesadas en poder aplicar algo de esto en sus aulas y entender qué es lo que aporta al proceso de apropiación de la lengua, la lectura y la escritura.





Las familias súper cómodas en el espacio disfrutando de la lectura de un cuento, la comunicación y el contacto que espacios como estos nos permiten vivir con nuestros hijos.







Norma leyendo, dialogando y jugando con los bebés y sus familias. Ella nos comparte:

"Participar en Bunko Papalote ha sido una experiencia enriquecedora para mi vida. Leer cuentos para los bebés y sus mamás/papás, jugar con ellos y disfrutar de sus mil y un formas de descubrir y explorar un cuento ha sido toda una aventura. 
La diversidad de los asistentes a espacios como el de la bebeteca, su ritmo de vida, intereses y expectativas abre un sin fin de posibilidades de aprendizaje y de convivencia.
 La manera de leer los cuentos es distinta (y no porque de pronto le broten páginas nuevas al libro) sino porque la dinámica de un evento masivo hace que uno descubra nuevas formas de leerlo y nuevos métodos para compartir e interactuar con los pequeños.





Lupita contándole a un bebé una historia mientras su mamá preparaba el biberón. Cada año llegan bebés más pequeñitos con sus familias para gozar de este espacio lleno de palabras, sonidos disfrutables, cálido, cómodo y seguro.






Lupita leyendo con las familias un libro sobre los papás quienes están cada vez más presentes en estos espacios para la lectura y la primera infancia. Compartieron un libro de Conafe sobre lo que hacen los papás y entre otras cosas, los papás manejan, ya sea coche o bici. Así que invitamos a los papás a llevarnos a algún lado en sus medios de transporte y nos divertimos mucho con el paseo.







Una parte fundamental de nuestra metodología es que el espacio de contacto con la literatura, sea a partir de un libro o una narración, nos permita convivir con otras familias, otras miradas, otras formas de ser y hacer. Por eso nuestros juegos están pensados para interactuar con otros, iguales a nosotros pero diferentes, de los que siempre podemos aprender algo nuevo.
Gracias a todas las familias que asistieron a nuestros talleres. Pasamos momentos inolvidables que se quedan en nuestro corazón, esperando verlos el próximo año.


17 de noviembre de 2013

Visitas guiadas a nuestra biblioteca




                                                 Visitas guiadas…una gran aventura.





En Bunko Papalote este viernes 15 de noviembre recibimos a nuestros amiguitos del Jardín de Niños “María Esperanza Serrano Muñoz”. Ellos llegaron desde muy temprano a las instalaciones de la biblioteca y con mucho entusiasmo participaron con nosotros en las actividades organizadas para ellos.

La visita fue solicitada por sus profesoras con la finalidad de desarrollar la unidad didáctica: La biblioteca. Los niños y niñas visitaron las instalaciones, observaron la ubicación de los libros y exploraron en nuestro libreros (que tienen la característica de ser mágicos para los niños pequeños), muchos libros interesantes y divertidos.





Juntos compartimos libros, leímos un cuento muy especial y jugamos en un ambiente de amistad, intercambio y diversión.

Las visitas guiadas a la biblioteca Bunko Papalote son otra forma de conocer el trabajo que realizamos. En este espacio no solo contamos con más de cuatro mil títulos de libros, sino que buscamos  -desde hace 20 años- ser una biblioteca que coadyuve a que los libros y la lectura se conviertan en el punto de partida para dialogar, reflexionar e interactuar con otros de manera constructiva y en beneficio de un bienestar colectivo.



                                                                   ¡Anímate a visitarnos!

6 de noviembre de 2013

Rebáncalos, varañas y sijolitos. Diccionario infantil de Bunko Papalote


                                                      
El día de la Mesa redonda en que festejamos de manera pública el 20 aniversario de Bunko Papalote como proyecto de promoción de lectura desde la sociedad civil, Roberto Peredo, escritor y parte de la familia de Bunko Papalote nos llevó estos lindos diccionarios escritos con la colaboración de Patricio Ortiz, papá de Bunko Papalote.
Rebáncalos, varañas y sijolitos es resultado de su esfuerzo y entusiasmo por rescatar del olvido un proyecto que comenzó hace algunos años producto de un taller de redacción que se dio en la biblioteca de Xalapa. 

En la presentación del libro nos cuenta:
"La tarea consistía en crear un documento con las palabras que los padres reportaran como invención -o transformación- de sus hijos pequeños, cuando apenas se iniciaban en el aprendizaje del habla. Gracias a la colaboración de decenas de papás y mamás logramos coleccionar más de 200 palabras y algunas otras invenciones. Con el fin de que la colección de términos se pareciera lo más posible a un diccionario nos permitimos añadir a cada una de las palabras una especie de definición."




En las bibliotecas podrán encontrar ejemplares en venta de esta publicación conmemorativa, además los invitamos a participar en su actualización, compartiéndonos las palabras de sus hijos para lograr una nueva edición corregida y aumentada. Pueden hacernos llegar sus colaboraciones a través de mensajes en nuestra página o en facebook, con el nombre y edad de sus hijos.

A continuación les compartimos algunos de los divertidos e ingeniosos términos:


abe
      abue/abuelita. Lo mismo se dice abe que abita, agüita, bulila, peca o tita. De cualquier
      manera es nuestra y nos consciente.
                                             Andrea (1.5 años) y Frida (1 año) 
acariñar
       acariciar; hacer cariños. Desde que Antonio inventó esta palabra mixta, la conjuga
       correctamente. Decía, por ejemplo: "¿Me acariñas?", o "Te quiero acariñar". Pronto 
       se convirtió en parte del vocabulario familiar. Algunas palabras infantiles son tan 
       precisas que bien haríamos en adoptarlas.
                                             Antonio (3 años)

barbar
        raspar con la barba. ¡¿Cómo?! ¿Nadie antes que Aryel había inventado este verbo? 
        Cuántas cosas aún hay por decir con la palabra exacta: tarea de niños y de poetas.
                                             Aryel (4.5 años)
cancanieves
        Blancanieves. Personaje de ficción infantil en versión para cachorros dálmata.
                                             Ma del Pilar y Xavier (2 y 3 años)
garrea
       diarrea/dolor de estómago. Neologismo que permite economizar palabras cuando 
      la diarrea viene acompañada de dolor de estómago, y uno no tiene tiempo como para 
      dar discursos.
                                             Agustín (4 años)



2 de noviembre de 2013

Voces de las coordinadoras de Bunko Papalote celebrando 20 años



En esta foto estamos algunas de las coordinadoras y parte del equipo de Bunko Papalote. Todas participamos en este evento, ya sea de manera presencial o a distancia. Ya sea preparando y montando, enviando textos, invitando a las familias a participar, contando anécdotas de talleres como lo hizo Alba, la tarde de la mesa redonda. A todas nuestro agradecimiento.





¡Nos cayó el veinte!
El darse cuenta en Bunko Papalote A.C.

Por: Gialuanna Ayora [fragmento] (coordinadora de Bunko Papalote Xalapa)

Para los hijos y nietos de Bunko Papalote A.C.
Con mi admiración y respeto para Esther Hernández Palacios.

La expresión ¡Nos cayó el veinte! que acertadamente nos ha regalado Patricio Ortiz (papá de Bunko Papalote) tiene muchos sentidos, yo quiero retomar el de darse cuenta. Hace veinte años Aída Jiménez comenzó una aventura personal que para mi fortuna compartió conmigo hace dieciséis. Desde entonces y debido a nuestras trayectorias, sueños y personalidades, coincidimos y conformamos un equipo que se fue haciendo más grande, empeñándose terca y obstinadamente en mantener una forma de vida que incluyera de paso un trabajo remunerado. Sin la obstinación y terquedad hubiera sido difícil sostener un proyecto cultural por tantos años, sobre todo tratándose de nuestro maravilloso pero complicado México.
La terquedad de encontrar la congruencia y aprender de ella siempre fue más fuerte que todo, estaba clara y se ha ido aclarando más, en un proceso que no termina. En él han estado presentes y siguen estando, el ensayo y error, la reflexión y análisis, el  trabajo personal y colectivo, la amistad y el respeto, el conflicto y la búsqueda de soluciones, a veces con más intuición, a veces con más teoría, a veces con más práctica. Pero la conclusión para mí es: que trabajar juntas, creando una consciencia de la importancia de aprender con los otros, por tantos años, definitivamente nos ha permitido que nos caiga el veinte. 
Esta experiencia de 20 años nos ha permitido entender también, que ya no podemos quedarnos al margen de los acontecimientos que tienen lugar en México y en el mundo, por más buenos resultados que parezca tener nuestra práctica en un conjunto amplio de niños, familias y comunidades. Aunque Bunko Papalote A.C. no ha dejado de comprometerse social y políticamente con lo que hace, como muchas personas y grupos de la sociedad civil en estos momentos estamos más que perplejas ante el mundo que algunos  adultos insisten en poner de modelo a los niños. Están mostrando a las nuevas generaciones un mundo que los mantiene asustados, y a todos, enojados y entristecidos todos los días, no estamos de acuerdo en lo que se está convirtiendo nuestra ciudad, nuestro estado, nuestro país y nuestro mundo. No creemos justo que a pesar de tanto esfuerzo, unos cuantos logren acabar con las ilusiones, el trabajo y las perspectivas de un mundo mejor para nuestros niños y sus familias.

Aprovecho en esta celebración de 20 años, para felicitar a sus iniciadores y darles las gracias por todo lo que nos han dado, a todos los colectivos que como nosotros han luchado por años, día con día por un mundo mejor. También aprovecho para hacer manifiesto mi repudio a la incapacidad, a la complicidad que han tenido gobiernos, locales y federales para evitar esclarecer las desapariciones y muertes de tantos seres inocentes y queridos; controlar el poder del narcotráfico y sus consecuencias; a las formas caducas de hacer política: arbitrarias, al margen del derecho y la ley, perversas y descaradamente injustas.  
Exijo y me atrevo a decir que exigimos, como parte de la Sociedad Civil Organizada, para empezar, crear un Bunko Papalote para todos los políticos y funcionarios de gobierno, para ver si así son capaces de entender qué es el diálogo, la doble-reflexividad, los procesos colaborativos, la decolonialidad, la interculturalidad, la creatividad, el respeto y la tolerancia.

Gracias a todos los que han conformado, acompañado, recomendado y criticado constructivamente este pequeño esfuerzo llamado Bunko Papalote.





 ¡Bunko Papalote una oportunidad en mi vida!
Por: Irene de Hoyos (Coordinadora Bunko Papalote Xalapa)
La invitación a participar en esta mesa redonda contenía tres preguntas. ¿Por qué ser parte de un proyecto como Bunko Papalote?, ¿Cómo ha incidido Bunko Papalote en mi cotidianidad? y ¿Por qué “Leer para transformar”? Aunque sabía que las preguntas eran simplemente una guía, al tratar de responder una, sucedía que lo que escribía podría muy bien estar respondiendo la otra y me di cuenta que en lo que a mi toca, las tres se traslapan. Finalmente llegue a la conclusión de que Bunko Papalote ha formado parte de quién soy en los últimos años, y que ha incidido en mi vida de diferentes maneras: Ha sido la oportunidad de formar parte de un equipo de trabajo en el que se comparten sueños, ideales y utopías. Ha sido la oportunidad de pasar de la intención de hacer algo a comprometerme y encontrar las formas para realizarlo.
Me ha permitido valorar el sentido de pertenencia a un grupo de trabajo, a una comunidad,  con la intención de ir más allá de lo individual para sumarme a una intención colectiva que trascienda socialmente y, ¿por qué no?, perdure más allá de nosotras mismas.
Así mismo, cada actividad que desempeño dentro del equipo, me ha brindado la oportunidad de crecer y mejorar como persona. Por ejemplo, la planeación de los talleres de lectura para los niños, ha sido la oportunidad de incursionar en el mundo de la literatura, del arte, de la creatividad y del lenguaje literario que me ayuda a dar sentido y entender el mundo en el que vivimos.
La coordinación de programas me ha abierto la posibilidad de conocer de cerca otra cultura, otras formas de trabajar, de poner en práctica las ideas para cumplir con un fin común y de confrontarme con otras realidades diferentes a la mía tan valiosas y tan posibles. La formación de coordinadores de talleres de lectura en las O. C., ha sido un reto importante, un constante cuestionamiento del quehacer de Bunko Papalote en relación al sentido de promover la lectura desde la sociedad civil.
La búsqueda de la sustentabilidad a través de administrar de la mejor manera posible este proyecto, me ha permitido sacar a la luz habilidades dormidas en mi. Me ha enseñado a ser ordenada, a proponer soluciones, a tomar decisiones, a entrarle con ánimo al mundo de la tecnología, a enfrentar problemas, a sopesar el esfuerzo y a valorar el trabajo propio y de las demás.
Bunko Papalote me ha dado la oportunidad de comprobar de manera personal que la suma de los esfuerzos de todas, nos lleva a obtener un mejor resultado. Que la colaboración es mejor que la competencia y que las relaciones horizontales entre compañeros contribuyen a que los objetivos propuestos sean más fáciles de alcanzar.
Esta experiencia me ha hecho dar cuenta de que si no hay reflexión e introspección no hay posibilidad de transformar nada, ni a mí misma  como persona, como formadora, ni a otros como alumnos o miembros de una comunidad.
Agradezco infinitamente la oportunidad que Bunko Papalote me ha brindado para ser mejor persona cada día.
    



Edith no pudo estar con nosotras ese día pero nos envió su texto.

BP: Un espacio sin barrera para compartir
Por: Edith Gonzalez Moreno (Coordinadora  B.P. Morelia)

Involucrarme en un proyecto como el de Bunko Papalote ha significado un reto constante por un lado por estar al día en los cambios y reflexiones que se generan en cada experiencia en talleres y en la posterior socialización con el equipo de coordinadoras. Por otro lado el reto está en permanecer como en una doble línea; en el intentar hacer de cada taller de lectura una experiencia social y de vida en grupo, podría decir que en cada taller los niños me ayudan a mirar lo que yo no habría mirado sin su curiosidad y apertura. También es maravilloso tener un espacio para compartir en igualdad las experiencias que cada uno tuvo en su cotidianidad y reírnos juntos o llorar (a veces) por lo que hemos vivido.  Para mi Bunko es un espacio así, donde no hay barreras para compartir y ¡qué mejor pretexto que un libro!.
En la vida cotidiana Bunko me ha invitado a pensar y reflexionar sobre los espacios y la manera en que nos  comunicamos con los niños, me ha permitido interactuar con la infancia desde un lugar más libre y seguro, desde un lugar donde nos cuidamos mutuamente y escuchamos lo que nos hace diferentes y, cuando ello se vuelve un ejercicio semanal eventualmente intentas desde cada lugar donde te encuentras interactuar bajo estos mismos parámetros de igualdad y apertura, desde tu lugar como automovilista, como estudiante, como maestro, como amiga, etc.
Creo que soy muy afortunada en formar parte del equipo de coordinadoras de Bunko, he vivido que quienes entramos cada vez a un taller con las características que propone la metodología de Bunko siempre salimos como con un regalo; con algo nuevo, un reto para trabajar, una experiencia nueva, una sorpresa, siempre algo que al final del día te permite transformar con tu hacer.






La suerte cambia la vida
 Por: Lupita Queirolo (coordinadora de BP Mrelia)


Hace unas semanas leí en taller con los niños un libro titulado “La suerte cambia la vida”. Qué título tan sugerente, pensé. Esa sesión platicamos mucho acerca de la suerte, ¿existe?, ¿es mala o es buena?. Los niños hablaban de coincidencias… y yo seguí con esa frase dando vueltas en la cabeza.
Exista o no la suerte cada uno le damos un significado particular; y fue así que pensando en ella me puse a hacer un recuento de mis bendiciones, de lo afortunada que me siento por cómo las cosas se han dado en mi vida y recordé el momento en que me topé con Bunko Papalote hace ya más de 12 años.

Habíamos hecho una visita a Xalapa a conocer a unos queridos amigos de mi esposo: Aída y Patricio. Como parte de la visita fuimos al lugar en que trabajaba Aída. Recuerdo que mientras caminaba por la biblioteca no podía creer que un lugar así existiera. Era cálido, alegre, lleno de sonrisas, historias, complicidades, como la que acababa de descubrir en ese momento con Aída.

Esta amable mujer que casi acababa de conocer se dedicaba profesionalmente a andar entre libros, algo que a mí me fascinaba y llenaba la mayoría de mis ratos libres desde la infancia, desde que visitaba cada semana casi con fervor espiritual la biblioteca de mi escuela. También compartíamos una visión sobre el sentido de la vida, la educación, la ética y la infancia.
Mi corazón latía apresurado al descubrir todas estas complicidades, pero se aceleró aun más al saber que Aída, entre sus cualidades tenía la de ser generosa y después de platicar con su equipo de trabajo en esa fecha, las también amables y generosas, Gialuanna e Irene me dieron todo su apoyo para compartir la experiencia de Bunko Papalote en Morelia. Fue así, como por azares del destino, la alineación de los planetas, la suerte o el karma, mi vida dio un giro radical y dejé de contar números para contar cuentos.

Desde entonces, junto a ellas y a otras mujeres amables, comprometidas, entusiastas y generosas, tanto en Xalapa como en Morelia, nos hemos acompañado en este viaje de creatividad, autodescubrimiento y transformación.

El camino a veces ha sido empinado, a veces hasta escarpado, pero siempre nos hemos mantenido juntas, trabajando por sembrar lo mejor de nosotras en otros corazones. Haciendo lo que sabemos, lo que nos gusta, lo que creemos puede aportar a generar un mundo más justo, solidario y vivible. Repensando nuestra realidad a partir de historias como la que dio origen a este texto. Ampliando la mirada al escuchar a otros, redescubriéndonos en estos intercambios, aprendiendo constantemente, intentando ir más allá de las ideas que nos encierran en nosotros mismos. Transformándonos.

Gracias por sembrar la semilla. Gracias por estos 20 años.