14 de agosto de 2013

Talleres de Bunko Papalote en Centro Pamar de Morelia, Julio 2013

Por: Karen Domínguez
Coordinadora Bunko Papalote Morelia






En julio tuve la oportunidad de compartir talleres de lectura con la metodología de Bunko Papalote con algunos de los niños del Centro Pamar en Morelia, esto como parte del trabajo que estamos haciendo con el DIF Estatal de Michoacán para compartir nuestra metodología y visión de la lectura. Este trabajo implica además de talleres de formación en nuestra sede de Morelia el acompañar a los promotores en el proceso de descubrir las necesidades particulares de su comunidad en relación a espacios para el contacto con la literatura. 
Los niños asisten al centro Pamar  una vez por semana a compartir con otros niños experiencias sobre su vida cotidiana,  también reciben apoyo con sus tareas escolares y aprenden distintas manualidades, entre muchas otras actividades que sus coordinadoras planean con mucho gusto para ellos cada semana. Así que me uní a este gran equipo de trabajo en el que se encuentran varias promotoras que asistieron al taller de formación de Bunko Papalote en Enero y planee algunos libros, juegos y dinámicas para ellos.


Como cada primera vez con un grupo nuevo de niños estaba un tanto a la expectativa pues además en Bunko Papalote planeamos los libros conociendo los grupos que tenemos, la madurez lectora de los niños y niñas y sus intereses. En este caso, al no conocer a los niños no sabía si el libro que elegí para leer con ellos seria de su agrado, pero al iniciar el primer taller me sentí confiada ya que gracias a mi experiencia en diversos talleres y con diferentes grupos de niños puedo tener una idea aproximada de qué es lo que les interesa. Además todos los niños y niñas que conocí en ese lugar son muy atentos,  amables, respetuosos y todos estaban muy emocionados por conocerme y vivir la experiencia de la lectura con el taller de Bunko Papalote. 





Todos gozaron con nuestra propuesta y forma de compartir la lectura y dieron su opinión respecto al libro leído, esto ayudo mucho ya que pude ver que eran niños muy bien integrados entre ellos y a partir de ese momento y por los dos talleres siguientes disfrutamos juntos de cada lectura y cada actividad planeada. Fue una experiencia muy agradable para mí y sé que para ellos también  ya que el ultimo día que compartimos juntos  recibí de cada uno un gran abrazo y muchas hermosas palabras de agradecimiento. Fue una linda experiencia poder tener la oportunidad de seguir compartiendo con más niñ@s lo que hacemos cada día en la biblioteca.

Bunko Papalote en la Feria del libro infantil y juvenil en Xalapa, Ver. Julio 2013.

Por: Alethia Erandi Ochoa Manrique



Este verano Bunko Papalote Xalapa aceptó gustoso la invitación del 31 de julio al 3 de agosto para participar en la primera Bebeteca que se realizó en el marco de actividades de la 24º Feria del Libro Infantil y Juvenil Xalapa 2013, compartiendo el espacio con CONACULTA y Consejo  Puebla de Lectura. De esta manera, al disponer de un lugar adecuado para bebés, niñas y niños de hasta 5 años, Bunko Papalote enfatizó la importancia de fortalecer el vínculo amoroso y de comunicación entre mamás, papás y bebés a través de la lectura de un cuento, descubriendo la imaginación y la cercanía afectiva que pueden generar las palabras.






Muchos bebés acompañados no sólo de mamá y papá, sino también de hermanos, abuelos, tíos y primos, entraron contentos y dispuestos a disfrutar los libros infantiles que se encontraban repartidos por todo el salón entre canastas y cojines. En el momento de compartir todos juntos la lectura de un cuento, se percibía un gran festín de risas, gestos y cantos al escuchar que “una pequeña hormiga que cayó del cielo, vino y te picó...   en el cuello”, así como se escucharon las voces de pequeños valientes cazadores que cantaban al unísono: “Vamos a cazar un oso, un oso muy grande. ¡Qué hermoso día! ¡No tenemos miedo!”.









Percibimos que muchas familias salieron muy contentas del taller de lectura porque descubrieron una nueva manera de leer los cuentos a sus pequeños antes de dormir. Y algunas otras, ni salían de la Bebeteca porque querían seguir disfrutando de los libros y las actividades por toda una tarde.